En Hidalgo, el panorama de los medios de comunicación se caracteriza por una fuerte dependencia del financiamiento público y una preocupante autocensura en temas de alto riesgo, como crimen organizado, corrupción y delitos ambientales.
De acuerdo con una investigación reciente que analizó 24 medios locales en 11 municipios del estado, se encontró que más del 50% de sus ingresos provienen de recursos públicos, y en muchos casos, del contenido patrocinado o publirreportajes.
Esta situación ha derivado en una cobertura informativa limitada y controlada, donde los temas urgentes y sensibles se evitan deliberadamente para no perder apoyo económico ni enfrentar represalias.
Zonas sin medios y medios sin libertad
Del total de municipios observados, cinco fueron clasificados como desiertos informativos: Acaxochitlán, Chapulhuacán, Chilcuautla, Jacala de Ledezma y Tlanuelilpan. Es decir, no existe presencia permanente de medios ni periodistas.
Otros tres municipios (Huejutla, Tula y Zimapán) fueron catalogados como semidesiertos, con una cobertura muy limitada. En estos lugares, periodistas locales admitieron que el temor a represalias por parte de grupos criminales o actores con poder económico, así como la dependencia de convenios gubernamentales, han generado un ambiente de autocensura generalizada.
Crimen, huachicoleo y daño ambiental: temas que no se tocan
Aunque Hidalgo es un estado atravesado por serios conflictos socioambientales y delictivos —como el huachicoleo, la tala ilegal, la corrupción minera y el deterioro ambiental por hidrocarburos—, muchos de estos temas no se cubren o se mencionan superficialmente.
En Tula, por ejemplo, se documentó en 2023 el caso de un periodista y activista ambiental asesinado tras investigar corrupción y afectaciones ecológicas. Hasta hoy, el caso sigue sin esclarecerse.
Concentración mediática y falta de diversidad
La capital, Pachuca, es el único municipio calificado como “bosque informativo” por la alta concentración de medios. Sin embargo, también se observa que la mayoría reciben financiamiento estatal, lo que pone en duda su independencia.
Además, aunque hay presencia de 268 periodistas en los 24 medios analizados, solo tres reportaron contar con periodistas indígenas y dos con personas LGBTIQA+, lo que revela una baja diversidad en las redacciones.
Medios digitales, dependencia y resistencia
Muchos medios locales operan solo a través de redes sociales, con plantillas reducidas y esquemas laborales precarios. Algunos intentan mantener agendas culturales o de entretenimiento como estrategia de sobrevivencia, mientras evitan cubrir temas de violencia o irregularidades gubernamentales.
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