Personal de seguridad protegió al mandatario mientras era trasladado hacia un lugar seguro, con impacto inmediato sobre el tramo de campaña que se vivía en la provincia de Buenos Aires. Según Reuters y AP, no hubo heridos entre los funcionarios, aunque algunas militantes resultaron lesionadas por los objetos arrojados.
Tras los eventos, se registraron dos detenciones, y se presenciaron enfrentamientos entre simpatizantes del oficialismo y vecinos de la localidad. Espert logró huir del lugar en la moto de un militante, según informaron medios locales.
El ataque se produce en un momento de alta tensión política, en el marco del escándalo por corrupción que involucra a Karina Milei y denunciantes del exdirector de ANDIS, Diego Spagnuolo, acusados de participar en una red de sobornos vinculada a compras de medicamentos.
Desde la Quinta de Olivos, Milei responsabilizó al kirchnerismo por el acto de violencia: “Donde los kuk tirapiedras, carentes de ideas, recurrieron a la violencia”, dijo en sus redes sociales. Minutos antes, había respondido por primera vez al caso de los audios filtrados, afirmando que “todo lo que dice Spagnuolo es mentira” y que será llevado ante la justicia.
En medio de la campaña electoral federal y bonaerense, este incidente refleja el clima polarizado y el desafío que enfrenta el oficialismo en una campaña crucial para definir si la coalición La Libertad Avanza – PRO logra extender su influencia legislativa, o es frenada por una movilización opositora cada vez más confrontativa.
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