Categoría: Trending

  • OpenAI bajo presión: ¿Inteligencia artificial al servicio de la sociedad o de los accionistas?

    OpenAI bajo presión: ¿Inteligencia artificial al servicio de la sociedad o de los accionistas?

    La empresa que marcó un antes y un después en el desarrollo de la inteligencia artificial generativa acaba de reconfigurar su modelo de gobernanza. OpenAI, creadora de ChatGPT, anunció un nuevo esquema que, aunque busca calmar a los inversionistas, mantiene el control en manos de una organización sin fines de lucro. La pregunta sigue en el aire: ¿quién decide el rumbo de una tecnología que podría redefinir la vida humana?

    Lucro versus responsabilidad pública

    OpenAI nació en 2015 con una promesa difícil de mantener: desarrollar inteligencia artificial avanzada para beneficio de toda la humanidad. Pero esa intención pronto se enfrentó con una realidad insoslayable: sin inversión masiva, no hay IA de vanguardia.

    Para atraer capital, la organización creó una filial con fines de lucro limitado. El modelo sedujo a Microsoft, que se convirtió en su principal inversionista. Sin embargo, la tensión entre control ético y rentabilidad escaló en 2023 cuando el CEO Sam Altman fue despedido y luego reinstalado, tras una revuelta interna que exhibió la fragilidad del proyecto.

    Hoy, OpenAI da marcha atrás a sus planes de convertirse en una corporación de beneficio público (CBP) con fines de lucro completo. En su lugar, la estructura seguirá generando ganancias, pero bajo vigilancia directa de una junta sin fines de lucro.

    El dinero que hace girar la rueda

    El cambio no es casual. Inversionistas como SoftBank pusieron condiciones claras: sin una estructura lucrativa, no habrá financiamiento multimillonario. La firma japonesa anunció que su aportación de 30 mil millones de dólares podría reducirse en un tercio si no se concreta una transformación legal antes de fin de año.

    La presión es evidente: entrenar modelos de IA de próxima generación no solo requiere talento, requiere potencia computacional a escala de nación. Y eso cuesta. Mucho. Altman lo admitió: “La visión original no contemplaba la necesidad de cientos de miles de millones de dólares para operar y escalar estos modelos”.

    La más reciente ronda de inversión colocó a OpenAI en una valoración de 300 mil millones de dólares. Es la mayor recaudación en la historia de una startup. ¿Hasta qué punto ese peso financiero limita su independencia?

    Filosofía fundacional en disputa

    El giro de OpenAI también ha reactivado voces críticas. Elon Musk, cofundador que abandonó el proyecto en 2018, acusó a la empresa de traicionar su misión original. Y varios expertos en seguridad de la IA advierten que una estructura dominada por intereses privados puede acelerar el despliegue de tecnologías aún no comprendidas del todo, con consecuencias sociales inciertas.

    Para calmar las aguas, Altman insiste: “OpenAI no es una empresa normal y nunca lo será”. Pero lo que comenzó como un ideal altruista hoy se parece cada vez más a una corporación tradicional, aunque con maquillaje filantrópico.

    ¿Quién vigila a los vigilantes?

    Con los gobiernos de California y Delaware involucrados en el proceso de aprobación legal, queda claro que el debate ya no es técnico ni financiero: es político. ¿Puede una organización privada, con poder computacional y financiero sin precedentes, autorregularse en nombre del bien común?

    El nuevo esquema de OpenAI promete equilibrio entre inversión y ética. Pero en la práctica, la pregunta es si ese equilibrio se sostiene cuando el futuro de la empresa —y quizás de la IA global— depende de cheques con muchos ceros y accionistas impacientes.

  • iPhone podría subir hasta 43% por nuevos aranceles; modelo Pro Max costaría casi 50 mil pesos

    iPhone podría subir hasta 43% por nuevos aranceles; modelo Pro Max costaría casi 50 mil pesos

    Un análisis de Rosenblatt Securities advierte que los nuevos aranceles comerciales podrían provocar un aumento de hasta 43% en el precio de los iPhone, si Apple decide trasladar el incremento de costos a los consumidores. La medida afectaría tanto a los modelos base como a los más avanzados.

    ¿Cuánto podría subir el precio?

    Actualmente, el iPhone 16 base cuesta 799 dólares (aproximadamente 16,379 pesos). Con un aumento del 43%, su nuevo precio alcanzaría los 1,142 dólares (alrededor de 23,421 pesos).

    En el caso del iPhone 16 Pro Max, cuyo costo inicial es de 1,599 dólares (unos 32,779 pesos), el precio podría elevarse hasta los 2,286.57 dólares, es decir, 46,866 pesos.

    Incluso el modelo más accesible, el iPhone 16e, que cuesta 599 dólares (12,280 pesos), subiría a más de 850 dólares(17,425 pesos) por unidad.

    ¿Por qué podrían subir los precios?

    Según Neil Shah, analista de Counterpoint Research, Apple tendría que ajustar sus precios en promedio un 30% para compensar el efecto de los aranceles. Rosenblatt estima que el impacto sería aún mayor, cercano al 43%.

    Estos aranceles fueron anunciados recientemente por Estados Unidos, y China ha respondido con impuestos recíprocos del 34%, lo cual encarece aún más los costos, ya que la mayoría de los iPhone aún se fabrican en Chinao dependen de componentes provenientes de ese país.

    Apple en una encrucijada

    Aumentar los precios podría afectar las ventas globales del iPhone. Reportes previos ya señalaban que cada vez más personas compran iPhones usados en lugar de nuevos. Una subida significativa convertiría a los iPhone en productos más exclusivos, fuera del alcance de consumidores con presupuesto limitado.

    Este posible incremento ocurre en un momento en que las ventas de Apple han bajado y usuarios expresan inconformidad por la falta de mejoras prometidas en funciones como Siri.