Julio César Chávez Jr. regresa al boxeo profesional tras una larga pausa, y con ello vuelve la atención mediática a su vida personal, marcada por excesos, adicciones y amistades controvertidas.
Uno de los vínculos que más polémica ha generado es su cercanía con Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán y presunto líder del Cártel de Sinaloa. La historia de Julio César Chávez y su relación con Ovidio Guzmán ha sido comentada públicamente por el mismo boxeador, quien ha ofrecido declaraciones al respecto en diversas transmisiones en redes sociales.
Una relación que no oculta: “Le tengo aprecio”
En uno de sus tantos videos en vivo, Julio César Chávez Jr. reconoció que mantiene una amistad con Ovidio Guzmán, alias “El Ratón”, detenido por el gobierno mexicano durante el llamado “Culiacanazo 2.0” en enero de 2023.
“Me llevo bien con Ovidio, la verdad. Ni nos vemos porque le tengo mucho aprecio yo y no quiero saber nada de cosas que dicen de él, y no me interesa”, declaró el boxeador.
Aunque Chávez Jr. aseguró que no tienen contacto frecuente, dejó claro que su aprecio por el hijo de «El Chapo» viene de una relación directa, sin intermediarios.
“A veces es muy difícil lo que dicen en la tele y lo que realmente eres. La gente se va mucho por lo que dice la tele. Yo veo a la persona, a él, a los ojos para ver quién es, cómo se porta, y con base en eso me doy cuenta quién es”, expresó.
Estas palabras no pasaron desapercibidas, ya que no es común que una figura pública reconozca con esa franqueza tener una relación, así sea personal, con un presunto narcotraficante.
El nexo familiar: Frida Muñoz y los Guzmán Loera
La conexión entre Julio César Chávez Jr. y Ovidio Guzmán no es meramente casual. El propio pugilista ha reconocido que su pareja, Frida Muñoz Román, fue anteriormente pareja de Édgar Guzmán Loera, hermano de Ovidio y uno de los hijos de Joaquín Guzmán Loera.
De esa relación nació Frida Sofía Guzmán Muñoz, hija de Édgar Guzmán y de Frida Muñoz. El asesinato de Édgar en 2008 marcó un episodio violento en la historia del narcotráfico en Sinaloa y provocó el distanciamiento de Frida Muñoz con la familia del «Chapo».
Tiempo después, Frida Muñoz inició una relación con Julio César Chávez Jr., y fue precisamente esa conexión lo que estableció el lazo entre el boxeador y Ovidio Guzmán. Aunque no se conocen a profundidad los detalles de la dinámica entre ambos, Chávez Jr. ha declarado que la cercanía es de tipo personal y que él no se involucra en los temas delictivos por los que Ovidio es señalado.
La familia Chávez y el crimen organizado: una historia de contrastes
No es la primera vez que la familia Chávez aparece relacionada, de manera directa o indirecta, con personajes del crimen organizado. En los años noventa, Joaquín «El Chapo» Guzmán asistió como espectador a una de las peleas del ídolo mexicano Julio César Chávez González, en un gesto que muchos interpretaron como un intento del narcotraficante de legitimarse socialmente.
Por su parte, Omar Chávez, hermano de Julio César Jr., estuvo presente en una fiesta en la que fue asesinado Francisco Rafael Arellano Félix, uno de los líderes del Cártel de Tijuana. Aunque no se ha vinculado legalmente a los hermanos Chávez con actividades delictivas, su presencia constante en ambientes ligados al narcotráfico ha generado cuestionamientos públicos.
La polémica del regreso al ring
El regreso de Julio César Chávez Jr. al cuadrilátero para enfrentar al influencer y peleador Jake Paul ha sido interpretado como un intento por limpiar su imagen pública y volver a colocarse en el radar mediático por sus habilidades deportivas, más que por su vida personal.
No obstante, las declaraciones sobre su relación con Ovidio Guzmán resurgieron en redes sociales tras el anuncio del combate, reviviendo los cuestionamientos sobre su entorno.
A lo largo de su carrera, Julio César Chávez Jr. ha enfrentado múltiples suspensiones por uso de sustancias prohibidas, ha ingresado a centros de rehabilitación y ha protagonizado episodios en redes sociales que han evidenciado crisis de salud mental y consumo problemático de drogas.
La cercanía con personajes como Ovidio Guzmán, incluso bajo una narrativa de «amistad personal», ha complicado aún más su relación con la opinión pública.
¿Afecta esto su carrera profesional?
Desde el punto de vista legal, Julio César Chávez Jr. no enfrenta cargos por vínculos con el crimen organizado. Pero el impacto mediático de reconocer una relación con un presunto narcotraficante sí puede tener repercusiones en su imagen pública y en la percepción que tienen los patrocinadores, medios de comunicación y fanáticos del boxeo.
En México, las figuras públicas que admiten tener relaciones con miembros del narcotráfico suelen quedar en una zona gris: no siempre son señalados legalmente, pero su legitimidad moral o social se ve cuestionada.
Por ahora, el regreso al ring será la principal prueba para saber si el público está dispuesto a separar al deportista de sus relaciones personales.
Ovidio Guzmán: de “El Ratón” al Culiacanazo 2.0
Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”, fue detenido por primera vez en octubre de 2019, en un operativo fallido del gobierno mexicano que terminó en su liberación para evitar más violencia en Culiacán. El episodio fue bautizado como el “Culiacanazo”.
En enero de 2023, fue recapturado en un segundo operativo que dejó varios muertos y decenas de enfrentamientos armados. Su captura marcó una escalada en el conflicto entre el gobierno federal y el Cártel de Sinaloa, del cual Ovidio sería uno de los líderes visibles tras la detención de su padre.
Actualmente, Ovidio Guzmán se encuentra en espera de un proceso de extradición a Estados Unidos, donde enfrenta cargos por tráfico de fentanilo, lavado de dinero y crimen organizado.
La delgada línea entre lo privado y lo público
El caso de Julio César Chávez Jr. y su relación con Ovidio Guzmán refleja una constante en la vida pública mexicana: las figuras del espectáculo y el deporte no están exentas de los vínculos con el poder fáctico del crimen organizado. En muchos casos, estas relaciones no implican complicidad criminal directa, pero sí muestran las formas en que ciertos círculos sociales se entrelazan.
Chávez Jr. ha querido marcar distancia al señalar que no le interesan los “rumores” ni lo que dice la “tele”. Sin embargo, al mismo tiempo ha declarado que aprecia y respeta a Ovidio Guzmán como persona.
En un país marcado por la violencia asociada al narcotráfico, estas afirmaciones no pasan desapercibidas.
¿Qué sigue para Chávez Jr.?
Julio César Chávez Jr. tiene la oportunidad de reenfocar su carrera en el boxeo profesional. Sin embargo, el peso de su pasado, sus relaciones personales y sus escándalos públicos siguen afectando la narrativa que lo rodea.
Su combate contra Jake Paul no solo será una pelea más en su historial deportivo, sino un capítulo más en una historia que mezcla deporte, espectáculo y controversia.
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