La Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), bajo la dirección interina del fiscal Francisco Fernández Hasbun, avanza en una reestructuración interna tras el polémico caso del establecimiento “Angelito Negro”, donde perdieron la vida dos agentes investigadores.
Durante su visita al municipio de Tula, Fernández Hasbun recalcó que, si bien no se han detectado irregularidades en el personal de la zona, ya se están implementando cambios en toda la dependencia. Señaló que ha sostenido reuniones grupales y pláticas personales con agentes de todas las regiones para detectar y atender sus necesidades:
“Se tienen que acomodar y ajustar todo… Pronto lo van a ver: habrá cambios importantes dentro de la estructura de la policía para mejorar el servicio a la comunidad”.
Atención a problemáticas desde la base
Fernández Hasbun mencionó que los planteamientos hechos por los propios policías de investigación han sido analizados y que se trabaja en soluciones que serán visibles en breve.
Reafirmó que la PGJEH busca garantizar la procuración de justicia en todo el estado sin tolerar ninguna forma de impunidad.
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